martes, septiembre 19, 2006

córdoba


“Córdoba es una gran ciudad de paredes gastadas. Si Buenos Aires fuera, como dijo Malraux, la capital de un imperio que nunca existió, Córdoba sería la capital de la Argentina –real, fibrosa, confusa, tambaleante, desprovista de brillos-”, dice Caparrós en "El interior".
La mirada sólo es mirada cuando conserva la distancia. La mirada sólo es mirada cuando no hace concesiones.
Bajé por la calle Independencia después de muchos años fuera de mi ciudad: iba a encontrarme con ese rincón de muros coloniales donde alguna vez respiré azahar. Iba en busca de alguna esquina entrañable (gran parte de mi infancia y toda mi adolescencia transcurrieron a unos pasos de Independencia y Entre Ríos), miraba con distancia y extrañeza, pero también con una ternura histórica, concesiva, diría, y miré, por fin miré.
Quizá por poner un velo entre mi nostalgia y la desazón, eché mano de la cámara. Vi y registré esto que muestro. Vi la "gran ciudad de paredes gastadas", tal la certera descripción del porteño.
Córdoba, para que lo sepas, porteño. Córdoba... tomo prestada y le doy la vuelta a la línea inevitable de Andrés Rivera ("Buenos Aires, para que lo sepas, cordobés. Buenos Aires").


La foto fue tomada durante el otoño de 2006.

2 comentarios:

el ojo con dientes dijo...

Córdoba es dos ciudades: la que es y la que sus habitantes creen que es

Anónimo dijo...

y la de sus ex habitantes, la tercera,