"Orinoco es España". Está escrito con tiza en un vidrio de Barcelona. Me pregunto si ellos ofrecen el Orinoco a cambio de algo, o si de verdad el Orinoco será aquel lugar de resignificaciones de identidad, tal como vos presumís, al paso.
De nuevo el Orinoco.
Ya no hay un Orinoco de caricias húmedas.
Esta vez, hay catalanes y un Orinoco.
"Luego quieres que te quiera", espeta ella, amenazante.
¿Y ahora qué hago con ella? Le tengo más miedo que a mi propia cartera, que a mi desorden, que a mis cajones, que a mi monstruoso interior.
Quiero sentir el goce de pronunciar pétalo a pétalo el nombre de la alcachofa, y disfrutar de la certeza de una historia de amor por vivir.
3 comentarios:
Me pierdo entre tantos significantes pero que bonito se lee.
merci, o gracies, se dice en catalá
Perdón... tanto Orinoco me dió así como... esteee....
el baño? :$
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