
De nuevo el Orinoco.
Ya no hay un Orinoco de caricias húmedas.
Esta vez, hay catalanes y un Orinoco.
"Luego quieres que te quiera", espeta ella, amenazante.
¿Y ahora qué hago con ella? Le tengo más miedo que a mi propia cartera, que a mi desorden, que a mis cajones, que a mi monstruoso interior.
Quiero sentir el goce de pronunciar pétalo a pétalo el nombre de la alcachofa, y disfrutar de la certeza de una historia de amor por vivir.
3 comentarios:
Me pierdo entre tantos significantes pero que bonito se lee.
merci, o gracies, se dice en catalá
Perdón... tanto Orinoco me dió así como... esteee....
el baño? :$
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