qué misterioso impulso nos lleva a comprar una postal con una casa y un faro, me pregunto a partir de la magia que insufla vila-matas, desde su "radical inmersión en la melancolía" al ver una foto, la foto de una casa y un faro que quizá estén relacionados con él de un modo tan extraño que ni él puede dilucidar, un paisaje en el que quizá estuvo.
el trance de vila-matas me contagia: estuve en lisboa. aunque nunca estuve, en lisboa estuve con vos. y cuando vi ese faro, estaba sola y lloré a la sombra del faro, maldiciendo el mar océano. deseé la lengua dulce, inmensa, que me había rellenado toda por dentro.
de la melancolía del faro me rescató el humor de vila-matas y la fortuna de escuchar portishead, we carry on... entonces, bailé por vos y por mí.
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