"Quiérele", me dijo la bruja generosa. Y es lo que estoy haciendo, mientras como mi sandwich de jamón y tomates secos, sentada en un cantero, frente al centro comercial más pijo de la ciudad. Si la luz puede ser la patria, ésta del sol de marzo, a las tres de la tarde, ésta es la mía.
Quiero la textura del lichi, su perfume... ah, el placer oral.
Encuentro unas palabras que hoy colman de sentido mis huecos (también mis relieves): "algo que es más que un cuerpo te busca en mí".
Un rayo de sol como estilete se cuela entre los plátanos y me deslumbra. Ya no puedo leer, sólo hay bultos humanos moviéndose en esta efímera y tibia ceguera.
El sol de invierno me acaricia la espalda, me quito un abrigo, el otro, cierro los ojos.
Funde a (plácido) negro.
el fragmento que cito es de "Resquicios", una poesía de Jenaro Talens.
1 comentario:
El centro comercial más pijo de la ciudad...
tiene forma de torre?
muejejeje
Ya se, ya se... pijo=cheto, pero bue al chiste fácil me remito
Me encantó, ya le dije. Idola.
La beso, madame, no se me escabusha. :D
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