viernes, diciembre 07, 2007

filho, figlio, Sohn, son, hijo, Zoon, fils

Frío con olor a aceite de oliva. Ya estamos en época de cosecha, y el otoño se ha puesto rudo. Hay sol, pero ni siquiera te entibia la frente. La nuca, menos. Ahora te ves las magulladuras, te las ves, pero no las sentís. Si te comieras una aceituna, dos, siete, doce, no te sabrían a nada.

Tenés certezas de tu amor incondicional, porque has dejado de sentirte el cuerpo y porque has dejado de esperar que te quiera.

Lo tenés dentro, te enferma que enferme, te enferma que no sea el más feliz, aun cuando él elija odiarte.

2 comentarios:

ViC dijo...

"...has dejado de esperar que te quiera"

Saludos para vos, Vic.

Anónimo dijo...

hola, gracias, vic... sí, es que este tema surgió el otro día con una amiga: el amor de pareja no es incondicional, no tiene jamás esa generosidad, porque uno quiere que el otro sea feliz pero CON UNO y para uno, fundamentalmente; con los hijos, lo prioritario es que ellos sean felices, hagan buenas elecciones, sean libres, etc--- lo de menos es que deseen estar con sus padres o que los amen.
hasta prontito

Lori