domingo, junio 08, 2008

dadá y cuchillo. la propuesta del entrecot

"No me deje solo entre personas llenas de certezas", suplica Antonio Tabucchi. Y en una parrillada de Madrid, yo sólo quiero que me entiendan: vengo de tierra adentro, como charqui, char-qui. No quiero rozar con la lengua la carne sedosa, fresca, de la vaca muerta. No quiero que me cambien el cuchillo. Si lo hacen, si me traen uno de estos facones criollos para desgarrar los tejidos de este exquisito cadáver argentino tengo que pensar. Pensar en la vaca muerta. Si te devuelvo el cuchillo que no tiene filo y me quedo con el facón, veo mi cara asesina reflejada en la hoja sanguinolenta y el filo destella dicroicas. Dadá argentino. Escurre coágulo. Ya no hay magia.

2 comentarios:

El Desaforado dijo...

Somos necrófagos, claro. Si no es el cuerpo de un Dios, el cadáver de un animal.

Cloe dijo...

gracias necrófagas por el desafuero